En Porto Secreto nos gusta cubrir lo mejor de la ciudad (y más allá), desde restaurantes a museos, sin olvidar exposiciones y experiencias inmersivas. Sin embargo, un chapuzón en el mundo de los dulces siempre sienta bien, ¿verdad? Por eso queremos destacar nuestros dulces favoritos de las pastelerías de Oporto.
Bolas de Berlim, pastéis de nata, éclairs de chocolate… lo que quiera, la lista es deliciosa (y el orden es aleatorio). La verdad es que nos encantan todos y cada uno de estos dulces, y parece casi imposible elegir. ¿Tiene algún dulce favorito de las pastelerías locales?
Tabla de contenidos
Tarta de arroz
El pastel de arroz es probablemente uno de los pasteles más sencillos de las pastelerías, pero es atemporal y forma parte del imaginario colectivo de todos los portugueses.
Todos los comimos de niños y hay pocos rituales tan encantadores como extender el papel de horno. Cuando se apuesta por una merienda más sencilla, ¡el pastel de arroz nunca falla!
Bola berlinesa
Con o sin nata, la berlinesa es uno de los pasteles con más fans y también debe ser uno de los productos de confitería más llamativos.
Aunque ya forma parte de la repostería portuguesa, lo cierto es que la receta es alemana y llegó a Portugal de la mano de familias judías refugiadas en nuestro país durante la Segunda Guerra Mundial. Saben mejor en la playa, ¡pero tampoco defraudan nunca en la ciudad!
Mil Folhas
El mil folhas es casi una institución aquí en Oporto, donde es habitual verlo comer con cuchara (¡una cuchara de café!) para saborear mejor su delicioso relleno. ¡Es otro dulce típico portugués que ya tiene un lugar en nuestros corazones!
Éclair de chocolate
Aunque la variedad de éclairs es grande, para nosotros el mejor siempre será el clásico, con chocolate y nata montada.
Los deliciosos pasteles alargados destacan por el uso de la pasta choux que, al hornearse, adquiere una corteza fina, un interior hueco y un aspecto «inflado».
Jesuita
Elaborados con hojaldre y azúcar, los jesuitas tienen la forma más peculiar de esta lista: son pasteles triangulares en los que la crema de huevo es la protagonista. Su origen no está claro, pero algunos creen que aparecieron por primera vez en Santo Tirso.
¡Lo cierto es que son una constante en las pastelerías de Oporto y se han ganado un lugar destacado entre los favoritos de los portugueses!
Queijada
Hay tantas variedades de queijadas que hemos decidido incluir la categoría general en esta lista. Nos encantan todas: las de naranja, las de leche, las de Sintra, las de zanahoria, las de limón… La lista es interminable. Con su textura húmeda, van bien como merienda, desayuno o postre.
Húngaro
Cuando te apetece un dulce pero te pesa la conciencia, los húngaros son la elección correcta. Tienen el tamaño perfecto para endulzarte la boca sin pasarte y las dos mitades, una sin chocolate y otra con, conviven en perfecto equilibrio. ¡Son nuestro surtido favorito!
Napoleón
En Oporto se llama napoleão, pero en Lisboa se llama mil folhas. La receta, inspirada en la pastelería francesa, prevé el uso de hojaldre y un relleno de crema. Suele estar cubierto de azúcar y glaseado de chocolate, ¡y lo más difícil es compartirlo!
Salami de chocolate
El salami debe ser el pastel que nunca falla en las fiestas de cumpleaños infantiles. ¿Quién no recuerda haber desenvuelto el papel de aluminio para morder con gusto este sabroso pastel?
La galleta María le da una textura crujiente y la receta es muy sencilla de hacer. Muchas familias tienen incluso su propia receta casera, ¡que pasa de generación en generación!
Tartas de crema
Por muchos pasteles que inventen, la sencillez del pastel de nata tiene un lugar cautivo en nuestros corazones. Nos gustan calientes, con canela y ¡un café para acompañar! ¿Qué mejor combinación? ¡Es la favorita de nuestro estómago!